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Nanotecnologia y Nanociencia

>>En unos años se podrán crear sensores para detectar la botella de leche que no sea apta para el consumo

Oviedo, María ALONSO

Pedro Serena es uno de los responsables de la III Reunión de la Red de Nanociencia que se está celebrando en el auditorio Príncipe Felipe de Oviedo. Científico titular del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), realiza su trabajo en el Instituto de Ciencias de Materiales. Pedro Serena hace de lo imposible algo fácil de entender y es capaz de explicar a los no iniciados las líneas genéricas de la nanotecnología, la investigación de la tecnología desarrollada al tamaño de los átomos. Desarrollando hipótesis de trabajo, Serena asegura que dentro de unos años podrán existir coches que, apretando un botón, podrán cambiar de color. De día, negros, y de noche, blancos, para mejorar la visibilidad.

-¿Qué es la nanotecnología?

-Nació hace una década con las herramientas que nos permitían ver los átomos, y no sólo eso, sino también moverlos y generar algo nuevo. A partir de ahí podemos jugar a inventar cosas que hasta ahora no existían en la naturaleza. En unos años el ordenador que ahora tenemos puede coger en una uña o crear chips y sensores que, por ejemplo, se utilicen para que un automóvil tenga conducción automática. Ahora suena a imposible, pero, por ejemplo, podríamos tener un coche que cambiase de color. Por el día ser negro y por la noche, blanco, para ser más visible. Las empresas de producción de leche, por ejemplo, podrían colocar unos sensores en su producto para avisar cuando la leche deje de estar apta para el consumo. Cuando se logren realizar los sensores y sea un producto barato, las aplicaciones en cada uno de los sectores son enormes.

-¿Cómo surgió la red de nanociencia?

-Hace cuatro años un grupo de amigos científicos decidimos pedir al Estado una ayuda para financiar una red de nanociencia. Nos dieron 30.000 euros para cuarenta personas durante tres años, y con ese dinero hemos hecho tres reuniones. en Madrid, Barcelona y Oviedo. En España somos un país analfabeto, científicamente hablando. La red empezó con 40 miembros y ahora somos 160. Tratamos asuntos relacionados con la nanociencia desde la perspectiva de la biología, la química y la física. Aunque la red está formada sobre todo por físicos, estamos muy abiertos al aprendizaje de la nanociencia en otros ámbitos. Pretendemos ir más allá e involucrar tanto a los políticos como a la propia sociedad. No es una reunión de científicos que se miran el ombligo. Queremos abrirnos a la política y a las empresas para que se vea que la nanotecnología no es algo subsidiario ni de segundo orden. En Estados Unidos las líneas de investigación de nanotecnología han suplantado al plan genoma. Como ya se ha descifrado el código genético, ahora se trata de ir hacia la nanotecnología como apuesta de futuro. Tendremos dispositivos basados en la nanotecnología en unos veinte años.

-¿Cómo está el desarrollo de la nanotecnología en España?

-Es un concepto reciente. Ha empezado a calar en la comunidad científica y en los gobiernos del mundo hace diez años. El Gobierno español se dio cuenta de su existencia hace un año. El analfabetismo científico no sólo es de la sociedad, sino también de los políticos. En nuestra cultura hispana la ciencia no se ve como el motor de nuestra economía, que se basa en ladrillos, construcción, turismo, automóviles, banca y generación eléctrica.

-Hace seis meses usted fue uno de los científicos que promovió el Manifiesto por la Ciencia.

-A finales de diciembre del año pasado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas vivía un momento complicado. Por un lado, había una reivindicación de mejora salarial. Por otro lado, se dijo que el Consejo había plagiado un informe sobre el «Prestige». Después había una cuestión de fondo. Problemas como la penuria económica y el déficit de personal. Al final, en el manifiesto lo que reivindicamos es que la ciencia es cuestión de Estado independientemente del grupo político que esté en el poder. En definitiva, que se decida si la ciencia es necesaria en España o no. A lo mejor el país tiene que dedicarse a producir camareros y la ciencia no aporta mucho. En todo caso, no se puede tener engañada a la gente que está trabajando en investigación hasta los 37 años y decir después que lo tiene que dejar. Nuestra economía está basada en el conocimiento de otros. Cualquier aparato de una casa es extranjero. Sólo la tecnología más basta, una aspiradora por ejemplo, está hecha en España. El resto está fabricado en el extranjero. Nosotros compramos la tecnología que otros hacen.

-Hay un número muy elevado de científicos que se acaba marchando ante la falta de futuro en España.

-Hay un número muy elevado de gente que se va fuera de España porque, entre otras cosas, dentro de la formación de los científicos es casi obligatorio que cualquier doctor español, cuando acaba su tesis, se vaya fuera a hacer una estancia posdoctoral que le permita abrir miras. Está muy bien porque despierta el espíritu crítico, pero hay que incidir que en España hay centros científicamente muy competitivos. Yo no conozco a ningún americano que se vaya a hacer un posdoctorado fuera de su país. España, con un presupuesto famélico en investigación, está en los puestos de cola de Europa: produce el tres por ciento de la ciencia mundial. Es decir, el rendimiento de la ciencia española es muy bueno. Somos muy competitivos.

-Pero hay muchos que acaban dejándolo.

-Y eso es mucho dinero perdido. Hay muchas personas que a los 37 años se queman y acaban trabajando de cajero en un banco. También hay otros que se marchan a trabajar al extranjero o que se fueron a hacer un posdoctorado y nunca vuelven. El Estado ha invertido miles de euros en ellos para que otra potencia o empresa que paradójicamente te vende esos productos acabe quedándose con la formación que tú has pagado. La paradoja es tremenda. Tú formas a un doctor que acaba trabajando en la IBM en Estados Unidos y luego te vende los discos duros que él ha realizado. Más de la mitad de los investigadores que trabajan en Estados Unidos son extranjeros. De esa manera el país se ahorra muchísimo dinero.

-La Unión Europea ha desechado la candidatura de España para acoger el reactor de fusión. ¿Qué opina de esta infraestructura?

-En Estados Unidos se inició hace una década un proyecto que era el supercolisionador. A los tres años se vino abajo porque el dinero que se utilizaba venía de las partidas existentes y la comunidad científica se rebeló porque les estaban quitando las partidas para este proyecto. Habría que ver si el Estado iba a invertir dinero extraído de otras partidas para la iniciativa. El proyecto era muy bueno. Si el dinero se nos iba a quitar de las partidas existentes, mejor que no se haga en España. Eran novecientos millones de euros. Si se creasen las partidas adecuadas para llevar a cabo el proyecto, sería la primera gran instalación en España. Estamos hablando de instalaciones que generan ciudades científicas, con la presencia de miles de científicos con grandes proyectos. Hubiese sido, en este sentido, un gran proyecto, ya que generaría la creación de grandes infraestructuras. Habría científicos extranjeros, pero era de suponer que España iba a forzar la presencia de un cupo alto de científicos españoles. Hubiese supuesto un desarrollo importante para la comunidad científica.


Fuente. La Nueva España

3 comentarios

Husberto Torres -

me encantaria participar con ustedes soy Ingeniero en Sistemas computacionales de Mexico
y creo que esta rama de la ciencia es tan fascinante como la carrera espacial o nuclear en su tiempo.

saludos

Norberto -

hola!, excelentes buenas tardes, quiciera hacerles mi peticion para pertenecer a su organizacion, me einteresa bastante la nanotecnologia, son de Mexico, y estare gustoso de trabajar con ustedes y aportar lo poco o mucho que yo pueda. espero una respuesta satisfactora.

Luis Fernández Perona -

Imaginate si tienes problemas en España, lo que es en la Argentina. Soy médico y no tengo dudas de que la nanotecnología es el futuro de esta rama del saber tanto para el diagnóstico como para la terapeútica precisa de enfermedades. No habrá más que guiar los farmacos al punto exacto de aplicación.

Un abrazo

Luis Fernández Perona
Médico pediatra
54 223 479 1462